El Látigo o Libertad, ¿Cómo dirigir tu Empresa?

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Hay una fabula Griega en «La Republica», escrita por Platón, en la que se formula esta pregunta: Si tuvieras un anillo que pudiera hacerte invisible, ¿robarías?, ¿engañarías?, ¿llegarías a matar? ¿O harías lo correcto sin importar que nadie lo pueda notar?

Los que respondieron “si” al primer escenario, piensan que el ser humano es corrupto y ocioso por naturaleza, y que la única manera de poder mantenernos civilizados es mediante leyes, premios y castigos. Los que respondieron de manera afirmativa a la segunda pregunta creen en la bondad y determinación del individuo. Para ese grupo de personas, la gente siempre hará lo correcto cuando tengan que elegir entre el bien y el mal.

En base a esta polaridad de pensamientos. El mundo corporativo ha formado dos corrientes ideológicas sobre la política administrativa de una organización. Una esta llena de reglas, y la otra no. La realidad es que ambas pueden dar excelentes resultados en un corto y largo plazo. Pero solo las compañías que confíen en sus empleados serán aquellas que sobrevivirían a una era llena de cambios.

Si hasta aquí comparten nuestra manera de pensar, entonces como líderes debemos atraer, motivar, expandir y sostener todo lo que alimente el positivismo de nuestros empleados. Nosotros debemos de diseñar el ambiente apropiado para que nuestra gente opere como estamos esperando. Si creamos un ambiente basado en el miedo, nadie tomará riesgos. Si es basado en el criticismo, carecerá la auto-confianza. Pero si desarrollamos un ambiente donde exista la confianza, entonces podremos ofrecerles la libertad de dar lo mejor de ellos mismos.

Confianza es la base de cualquier relación. Cultivemos confianza implementado parámetros donde todos gocen de ciertas libertades (para tomar decisiones, riesgos, y decir lo que piensan), así como obligaciones (de decir la verdad, ser responsable por sus acciones y de aprender de sus errores). Ninguna organización puede ser productiva cuando solo esta guiada por reglas o donde solo exista el caos.

Una empresa debe de entender que los seres humanos tenemos problemas, pasamos por dificultades, queremos alcanzar metas y sueños. Las personas se rinden cuando pierden la esperanza de obtener lo que desean. Debemos de alimentar esos sueños y proveer los medios para alcanzarlos, no destruirlos.

Todo ambiente debe ser cómodo y divertido para trabajar. Está probado que las personas llegan al punto más alto de productividad cuando están disfrutando lo que hacen. Los retos y la concentración de todos los miembros de un equipo hacen que las personas se integren para solucionar un problema.

Y por ultimo, es importante darle espacio a las oportunidades. Las personas tienen el derecho a aprender nuevas habilidades y desarrollar nuevas ideas. Esto se lleva a cabo dándoles nuevas experiencias para que puedan llegar a desarrollar su máximo potencial.

Siendo líderes tenemos el poder de influenciar a las personas, y por ende su rendimiento. Si nos comprometemos a crear un ambiente en donde la confianza, el optimismo, el júbilo y la auto-superación son parte de los valores de nuestra cultura corporativa, entonces gozaremos de un leal equipo que dará buenos frutos.

Author

Gean Biffulco

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